La Vida está repleta de lecciones, y en este caso, es la de no delegar en terceros las responsabilidades que a cada un@ nos atañen. Todo esto a propósito del vencimiento de unas pólizas de seguro, de las que he recibido la comunicación de dichos vencimientos una vez pasados éstos. Es curioso, las empresas, en vez de esforzarse en desarrollar mejoras de producto y atención a su cartera, se dedican a buscar la manera de «timarlos». Las compañías de seguros están obligadas a avisar del vencimiento de las pólizas con dos meses de antelación así como de informar del importe de la nueva prima. La verdad es que de esto no estaba segura hasta que la semana pasada leí una queja similar en «la Vanguardia» con la correspondiente respuesta de la OCU en la que informaban de dicha obligación. Como la mayoría en este país de pillos y sinvergüenzas, se ingenian la manera de tenerte cogido: te escriben una carta (con franqueo pagado, claro, para que no puedas demostrar la fecha real con el sellito típico de Correos) con fecha dos meses antes del vencimiento pero la envían cuando ya ha expirado el plazo de baja.
No he podido más que escribir una carta al servicio de atención al cliente indicando mi descontento. Y sí, lo más probable es que les sea indiferente, pero lo comparto con vosotr@s para que estéis atentos y no os pase lo mismo. Una vez más, no me queda más que seguir citando al gran Gandhi «sé tú mismo el cambio que quieres ver en el Mundo».
Sonrían, por favor 😉
Queja para el servicio de Atención al Cliente
A la atención del departamento de Administración/Cartera
Barcelona, enero de 2013
Señores,
el motivo de la presente es comunicarles mi descontento a raíz de su NO-comunicación de vencimiento de mi póliza de seguro de salud Previsalud.
El día 2 de enero de 2013, recibí en mi buzón una carta de Previsora General con fecha 31 DE OCTUBRE DE 2012 en la que me comunicaban que el día 31 de diciembre de 2012 vencía mi actual póliza y se pasaría a renovar la misma de manera automática salvo comunicación de deseo de lo contrario por mi parte en ese tiempo, así como el nuevo incremento de la prima de dicha póliza. Y a todo esto, señores, les pregunto yo, ¿cómo quieren que comunique la baja de la misma si he recibido la comunicación después de que hayan cargado el nuevo recibo en mi cuenta bancaria? ¿Pueden explicarme cómo tarda en llegar una carta desde la calle Balmes de Barcelona hasta la calle «x» de la misma ciudad? Muy sencillo, porque mintieron, porque hicieron salir dicha comunicación mucho más tarde de la fecha indicada. Muy «previsores» ustedes, sí, pues la carta tiene el franqueo pagado, con lo que todo esto no es demostrable.
Me pongo en contacto con mi corredor y tras intentar anular dicha póliza, nos insinúan que si devuelvo los recibos, reclamarán éstos por vía judicial. Por lo que me «proponen» la alternativa de acogerme a otra modalidad de seguro, sin cobertura de urgencias ni hospitalización, por un importe del 50% del completo.
Sí, claro, lo acepto, ya que este año no me queda otra alternativa que no sea seguir pagándoles cada mes. Ya veo lo que les importan las personas, señores de Previsora General. Es una vergüenza ver cómo tantas empresas sólo buscan lucrarse, ingresar euros y más euros sin importarles lo más mínimo las personas. Así va el país. Así va el mundo.
No se preocupen, este año pagaré mis recibos. Y sí, si por desgracia me ocurre algo y tengo que ser hospitalizada, acudiré a la Seguridad Social. Pero tengan por seguro que el año que viene, no esperaré a recibir su carta el día 2 de enero con fecha 31 de octubre, en «previsión general» de que el cartero de mi barrio sea algo perezoso, ya me encargaré yo personalmente en octubre de comunicar mi baja como asegurada de su entidad.
Atentamente,